La conducción de la CGT más afín a la Casa Rosada, que lidera el metalúrgico Antonio Caló, respaldó este miércoles la rebaja de la carga del impuesto a las Ganancias sobre los salarios dispuesta la semana pasada por la presidenta Cristina Fernández, aunque resolvió mantener la presión sobre el oficialismo para avanzar en el Congreso con un proyecto de reforma integral del tributo, que establezca mecanismos automáticos de actualización y reformule las escalas del impuesto.
La decisión fue conversada ayer durante la reunión que el consejo directivo de la central mantuvo en la sede del sindicato de peones de taxis, donde también se asignó la tarea de gestionar una audiencia con Cristina para resolver una agenda de reclamos sindicales, encabezado por el pedido de distribución de mayores recursos a las obras sociales que administran los gremios.
A la espera de que se concrete el encuentro con la Presidenta, según publica el matutino El Cronista, Caló acordó para la próxima semana una nueva reunión con la superintendenta de Salud, Liliana Korenfeld, para renovar los planteos que contemplan desde la actualización de montos de los subsidios, la suba de las cápitas que pagan los monotributistas por la atención médica que brindan las obras sociales y hasta la implementación de algún mecanismo de asistencia financiera adicional para las nuevas prestaciones que establece la ley de fertilización asistida.
Por otra parte, la cúpula de la CGT evaluó también la posibilidad de avanzar en algún tipo de propuesta de reformulación de los artículos de la Ley de Asociaciones Sindicales que fueron tachados de inconstitucionales por la Corte Suprema de Justicia, aunque rechazaron cualquier cambio legislativo que ponga en riesgo el estatuto de la personería gremial y el modelo de sindicato único.
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